






Pese a que entre los asistentes, algunos eran muy jóvenes, se portaron como jabatos durante toda la charla



Desde aquí quiero dar las gracias a todas las personas que asistieron al evento, invitadas o por iniciativa propia, por la gran atención prestada durante todo el acto, el apoyo regalado e inquietud mostrada por descubrir nuevos caminos para perderse. Un escritor sin lectores sería como una larga travesía en solitario. Espero que "Cuyabeno, la sangre de la Tierra" os deleite con un intenso viaje para los sentidos. Hasta pronto.
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Busquen la felicidad, arriesguen, no dejen que nadie les robe la sonrisa... y vuelen, vuelen donde la pasión les lleve.